“Todos los aprendizajes más importantes
de la vida se hacen jugando”
Francesco Tonucci
Nos gusta jugar, nos encanta disfrutar
y aprender jugando, nos gusta ganar, pero no perder, nos gusta aplicar con
picardía las normas del juego y sobre todo nos gusta compartir con otros y
disfrutar juntos. El juego nos acompaña a lo largo de toda la vida, niños,
jóvenes y adultos disfrutan el jugar; los juegos se van adaptando a las
características, los gustos y los intereses propios de cada edad, jugar no
entiende de edades.
Importancia del juego en los niños |
- Aprendemos a relacionarnos en sociedad
- Mediante el ensayo error vamos descubriendo el mundo que nos rodea
- El cerebro graba mucho mejor cuando existen emociones de por medio (estas emociones son producidas por el juego razón por la cual lo que se aprende jugando se fija en la memoria a largo plazo con mucha fuerza).
- Desarrollamos nuestra creatividad.
- Conocemos el entorno e interactuamos con él.
- Exploramos la realidad y la imaginación
- Aprendemos a respetar las normas.
- Damos rienda suelta a la curiosidad.
- Ganamos autoconfianza.
- Mejoramos el manejo del lenguaje.
Dicho todo esto cabe preguntarse ¿Por
qué escuchamos tanto, a los adultos, pedirles a los niños que dejen de jugar?
El juego en niños permite el descubrimiento del “si mismo”, no podemos olvidar
que jugar es un derecho reconocido por la Declaración de los Derechos del niño
Muchas veces la alegría del juego es
censurada, los padres y los profesores estamos pidiéndoles a nuestros niños y
niñas que se alejen de su naturaleza, les pedimos quietud, exigimos normas que
están socialmente aceptadas, todo para que los adultos puedan estar tranquilos,
sin importa las consecuencias negativas que esto implica, ser niño es
jugar. Este problema se hace más evidente en la secundaria donde parece que
hay que olvidarse completamente de los juegos, hay que centrarse exclusivamente
en los contenidos, en los exámenes, en la seriedad.
Censura del juego por parte de los padres |
Pese a sus
muchos beneficios, las estadísticas muestran que la cantidad de tiempo que los
niños tienen para jugar ha estado disminuyendo desde hace décadas. Los horarios
familiares y escolares resultan sumamente estructurados, padres que trabajan
cada vez más fuera del hogar, menos lugares seguros para jugar, el aumento del
uso de los dispositivos digitales y el tiempo ante las pantallas son algunas de
las razones. Por ejemplo: la investigación muestra que un niño en edad preescolar
promedio mira ¡4 horas y media de televisión por día!
El informe
clínico de la American Academy of Pediatrics titulado, "El poder del juego:
su función pediátrica para mejorar el desarrollo de los niños pequeños"
(en inglés) explica cómo y por qué jugar con ambos padres y otros niños es
fundamental para formar mejores cerebros, cuerpos y vínculos sociales que
prosperen; todas estas cosas son importantes en el mundo actual. La
investigación muestra que jugar puede mejorar las capacidades de los niños para
planificar, organizar, llevarse bien con los demás y regular sus emociones.
Además, el juego ayuda con el lenguaje, las destrezas matemáticas y sociales e
incluso ayuda a los niños a sobrellevar el estrés.
“El juego le permite a nuestros
niños y jóvenes recortar un pedacito del mundo y manipularlo.”
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